Spec Ops: The line SOTY 2012


¿Cuáles son los valores que ha de atesorar un título para optar a ser el Sold of the Year? Fácil  ¿no? Apartado gráfico de altura, una buena historia, personajes carismáticos, una duración decente,  que tenga sonido del bueno, música pegadiza y épica, un precio ajustado… vamos bien, ¿verdad? ¿Pero qué pasa si un juego te hace recordarlo tiempo después de haberlo terminado? ¿Si te plantea un dilema o una situación que te hace pararte a pensar qué demonios hacer y cuando descubres las consecuencias de tus actos crees de verdad que la has cagado y te gustaría volver atrás? Spec Ops es eso y más. Es un viaje a la locura, al lado oscuro del ser humano, es un viaje a la guerra donde el hombre mata al hombre, duro y directo, sin anestesia ni paños calientes.

Si miramos este juego desde el punto de vista técnico, pese a destacar en algunos aspectos, su acabado no llega a la excelencia que se le presupone a un SOTY. Pero hagamos un pequeño repaso a sus virtudes y defectos.

Spec Ops cumple en lo que a su apartado gráfico se refiere. En ocasiones nos abrumará con la visión de una majestuosa y decadente Dubái, repleta de futuristas rascacielos de formas imposibles a medio derrumbarse o nos meterá de lleno en la agobiante oscuridad de un sótano utilizado por refugiados para sobrevivir. Lujo y destrucción a partes iguales y perfectamente recreados que nos ayudarán a meternos de lleno en la historia. Pero ojo, en otras ocasiones nos dolerá la vista por esas texturas que no terminan de cargar, con  los enemigos clónicos  que nos encontraremos a lo largo de la aventura o la indestructibilidad de la mayor parte de los decorados, por poner algunos ejemplos.

Como buen juego bélico también hay que prestar atención al sonido, y se puede decir que éste va ganando enteros conforme avanza la historia y se recrudecen los tiroteos. Explosiones, balas silbando, el tableteo de ametralladoras que escupen fuego sin cesar, ordenes aulladas en mitad del combate. Todo muy acorde a lo que se espera de un combate armado y con ese lenguaje soez y malsonante de los soldados que tanto nos gusta.

Curiosos adornos pone esta gente en las farolas
El sistema de combate, pilar fundamental de un juego de estas características, está basado en el explotadísimo sistema de coberturas. Se puede resumir en oleada de enemigos, corre, salta y ocúltate tras cada cobertura, acaba con todos los enemigos, avanza hasta el siguiente sector, repite la jugada… suena menos divertido de lo que es, pero lo cierto es que está resuelto de una forma correctísima que hará la experiencia muy entretenida. Gracias en parte también a un arsenal lo suficientemente extenso y a las trampas de entorno que podremos utilizar de forma esporádica para acabar con los enemigos.

Maldita sea, no parece que esté haciendo méritos para merecer ser el SOTY, ¿verdad? ¿Entonces por qué narices es mi elegido para este año? Quizá porque estoy cansado de luchar por un bien superior. Porque estoy harto de héroes con valores y convicciones férreas con una empresa irrealizable rodeada de épica. Hastiado de historias que se empeñan en enseñarnos lo buenos que somos y lo cojonudos que podemos llegar a ser.  

Spec Ops: The line se mea en todo eso. Spec Ops es un viaje a la desesperación y la locura. Es un camino sin retorno emprendido por tres soldados, que ven como su mundo es puesto patas arriba por una situación que les supera desde el capítulo uno. El infierno les espera y lo peor de todo es que entregaran sus almas para llegar hasta él, cueste lo que cueste, caiga quien caiga.  Este juego es el conflicto armado con todas sus consecuencias, y os aseguro que las tiene. Una ataque de artillería puede convertirse en uno de los mayores errores de nuestras vidas y os aseguro que lo lamentaremos. Nos sentiremos como una mierda y nos preguntaremos si podríamos haber actuado de otra forma.
No, no le duele la cabeza...
El trío protagonista evolucionará poco a poco con cada golpe recibido, con cada enemigo muerto, con cada inocente que sufre y lo hará junto a la intriga que envuelve a “los malditos del 33” y su mítico líder, el coronel Conrad. De simples soldados con una misión clara y diáfana pasarán a ser tres almas atormentadas y confundidas con un solo deseo, terminar su misión para volver a casa, y nosotros seremos testigo de excepción de tan oscuro viaje.


Tal vez no sea el más bonito. Tal vez no tenga los mejores valores de producción del año. Su duración no va más allá de las seis o siete horas, cierto, pero Spec Ops: The line es un juego que taladrará tu retina y se hará un hueco en lo más hondo de tu cerebro, porque los videojuegos están cambiando y la historia que viviremos durante estas siete intensas horas es el mejor ejemplo de ello.  

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