Borderlands 2: SOTY 2012


Voy a defender a menos de un día para el cambio de año un juego que seguro que pasará a la historia como un ejemplo claro y conciso de lo que debe ser pasarlo bien en compañía de tus camaradas gamers. Maya, Zero, Salvador y Axton son nuestros avatares virtuales para una ensalada de tiros de las que marcan época. Esto es más y mejor, es mi SOTY personal de este 2012… Es Borderlands 2.


Que la secuela de una propiedad intelectual supere con creces a la original no es una novedad en los tiempos que corren. Borderlands 2 es todo lo que debió ser la primera parte y mucho más. Este shooter es, si me permitís el símil, un plato de primera categoría cuya cocción a fuego lento degustaremos acompañados de otros cuatro amigos en uno de los multijugadores cooperativos más frenéticos y alocados que hemos visto en lustros. Otra de las grandes bazas es una historia que al fin nos cuenta algo y que además permite que se disfrute sin necesidad de conocer los hechos triviales de la primera entrega. Vamos a empezar a meternos en materia sobre lo que nos ofrece el título de Gearbox en cada uno de sus apartados, es decir, vamos a diseccionar poco a poco este videojuego de una forma que haga sentirse orgulloso al mismísimo Doctor Zed.

                                  Veo que tiene cita para las 10:00h, pues pase que le voy a dar lo suyo

No encontramos ante lo que se conoce vulgarmente como un “Diablo” con pistolas multiplataforma y, en cierto modo, esto es cierto. Podemos abatir a cientos de enemigos que nos proporcionaran un buen número de armas de lo más variado que nos obligarán con gusto a buscar y comparar durante horas cuál de ellas es ligeramente más potente que la anterior. Borderlands 2 es en estructura como su primera parte pero hipervitaminado y manteniendo las características que le hicieron destacar entre otros shooters del mercado. Lo bueno no se toca, lo malo se mejora.

El multijugador cooperativo a cuatro, que nos permite cargar en cualquier momento nuestro personaje para que se una a la matanza personal de un colega, es todo lo que podemos pedir a un juego de esta índole. Por si fuera poco, me atrevo a decir que esta orgía de violencia a cuatro bandas es lo mismo que pasar una tarde de cervezas con tu colegas en el bar de toda la vida gracias al humor socarrón de los personajes que pululan por el mapa y a la cantidad casi obscena de contenido que ofrecen las misiones. Estas por otro lado son lo suficientemente variadas para no aburrir, no es el caso de las misiones secundarias, las cuales caen en el manido error de abrumar al jugador en exceso.

                                         ¿Quieres fuego? ¡Ah! eso es de otro juego. ¿Quieres balas?

Un shooter con toques de rol convencional. No nos engañemos, en ningún momento percibimos destellos de genialidad en su planteamiento como RPG, pero tampoco necesitamos de nuevas fórmulas si lo que jugamos es lo mismo que ha funcionado durante 20 años. Como punto negativo podemos criticar un sistema de habilidades un tanto engorroso que no permite que evolucionemos en varios parámetros para ser el héroe completo, el líder definitivo, la leyenda que todos soñamos ser. En Borderlands 2 vamos a tener que apostarlo todo a una sola carta cuando decidamos distribuir los puntos que nos den en cada nivel, y esto siendo sinceros le resta encanto al conjunto  lastrando el deseo de querer crecer a toda prisa para ser un dios invencible dentro del mundo que nos ofrecen. No es país para farmear en Pandora, o al menos no es todo lo atractivo como podría llegar a ser. 

Pasemos a la forma en la que damos personalidad y carisma a nuestro personaje. Ponernos guapos los fines de semana como mandan los cánones y las modas impuestas por Los Patriots es el pan nuestro que nos ha tocado vivir a muchos en estos aciagos días. La vanidad también tiene su espacio en este juego, con algunas opciones de personalización que hacen que nuestro personaje sea diferente al de otros gracias a los más variopintos peinados y complementos que dejan en ridículo las escasas posibilidades en este campo de Borderlands. Estas opciones tampoco es que sean la panacea, pero desde luego cumplen su cometido y se agradecen.

                             "Permite máxima movilidad, con el es como si no llevara nada..." Ned Flanders 

En lo que respecta a gráficos algo ha cambiado en el paisaje de Pandora tras los acontecimientos del primer Borderlands. Las tierras baldías que recorremos han ganado en detalle y color, siendo una obra pictórica digna de estar en el museo de nuestro pueblo. La verdad es que el Cell shading nos deja un tufo a “esto ya lo he visto antes” en cada ocasión que se deja ver por nuestro mundillo, pero el diseño artístico da el Do de pecho y destaca sobremanera dotando de personalidad propia a todos los rincones que visitemos.

Si bien los enemigos son atractivos física y artísticamente hablando, el Doctor Frankenstein no les dio un buen cerebro, ya que la inteligencia artificial de estos es paupérrima… A decir verdad este detalle puede ser un plus, no hay nada como volarle la cabeza a malos descerebrados que no dejan de atacarte una y otra vez en oleadas bastante numerosas, pero siempre queda un regusto amargo para los amantes del desafío extremo no poder plantar cara a enemigos con la secundaria aprobada.

                                          Somos 4 y ellos 20 por lo menos... Challenge accepted!

La música amansa a las fieras. No es el caso que nos ocupa. Todas y cada una de las notas que escuchemos aquí estimularán a nuestros tímpanos para que el guerrero que llevamos dentro se desate con fuerza. Incluso una vez nos cansemos de estas melodías, cosa fácil por otra parte debido a la larga duración del juego, el efecto bucle nos volverá más locos todavía para afrontar nuevas hordas de enemigos y jefes finales. Mención aparte las atronadoras armas capaces de quebrar los cimientos de nuestras habitaciones cada vez que suenan.

Como ya estoy cansado de escribir dejo mis cuentos para otro momento emplazando a los que no hayan probado esta aventura a que la jueguen cuando les sea posible y sea cual sea su sistema. Si no te gusta Borderlands 2 al menos no te dejará indiferente, y si por el contrario amas la última locura de Gearbox estas perdiendo un tiempo precioso leyendo este artículo. Tiempo que, por otra parte, no puedo devolverte.

 Nos vemos en Pandora. Conducid con cuidado si lleváis lanzacohetes en el fuselaje. 



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