Análisis Ninja Gaiden Sigma Plus



Una consola suele tener, de lanzamiento, tres tipos de juegos: títulos únicos de calidad variable; ports insustanciales; juegos de mierda -Ridge Racer en el caso de Vita- y, los que menos, auténticas obras maestras que debes tener sí o sí. Éstas pueden ser juegos exclusivos o ports de otras plataformas, pero su calidad, su "aporte" al género merecen reconocimiento y un lugar en vuestra estantería...Ése es el caso, sin duda, de Ninja Gaiden Sigma Plus

No voy a negar que, quizás, sólo quizás, Ninja Gaiden ha sido un juego con demasiadas revisiones en un margen de tiempo relucido; junto al Ninja Gaiden Black de Xbox, salió en 2007 Ninja Gaiden Sigma para PS3, siendo la versión de Vita un port de esta última con añadidos. Se puede discutir sobre si se podría haber lanzado la secuela y no el juego original; que los añadidos deberían ser más cuantiosos o que, incluso, sólo se trate de un simple "saca cuartos" para hacer caja rápidamente. Desde mi humilde punto de vista, la calidad de este juego merece estar por encima de esas consideraciones, y es que cualquier plataforma que reciba sus encantos bien merece una felicitación.


El éxito de Ninja Gaiden sólo se debe - y debió- a un factor muy sencillo de entender: una jugabilidad perfecta que debería servir como clase magistral para cualquier desarrollador/diseñador que tenga aires de grandeza. Controlar a Ryu Hayabusa es una experiencia gratificante, gratificante porque, a pesar de que requiere un periodo de adaptación considerable, recompensa al jugador con un dinamismo en los combates que pocas veces se ha visto en el género, sólo en las grandes vacas sagradas como Bayonetta o Devil May Cry, pero me atrevería a decir que la rapidez de los combates en Ninja Gaiden es incluso superior. Además, y por si fuera poco, nuestro protagonista, ágil como pocos, usará el propio escenario para su beneficio, como apoyo para realizar golpes críticos o, sencillamente, zafarse de sus enemigos en el momento adecuado.

Golpes normales, poderosos, contras, esquivas, ataques mágicos, técnicas especiales...el jugador goza de una variedad de recursos que definirán su estilo de lucha, un estilo que también debe adaptarse a la gran variedad de armas, confirmando la capacidad polifacética de Ryu. ¿Complicado? Existe una leyenda urbana que persigue a este juego durante eones, comentando su exigente curva de aprendizaje como algo negativo, lo cual no lo es en absoluto. No es un juego sencillo, ni siquiera en la dificultad más básica, pero como dijo mi compañero Víctor en el último programa, es un título "agradecido" con el jugador.

Rachel, uno de los personajes secundarios controlables

Moriremos en numerosas ocasiones; en algunos momentos optaremos por evitar enemigos en vez de entrar en una pelea que pueda mandar al traste nuestros avances, pero cada muerte, y a su vez, cada batalla ganada, curtirá más nuestra habilidad hasta el punto de que seremos nosotros los que empecemos a sembrar el terror entre los antaño confiados enemigos. La grandeza de Ninja Gaiden reside, además, en que a la hora de ofrecer distintos niveles de dificultad no se limita a cambiar los parámetros de daño y resistencia de los enemigos -que siempre se mantienen iguales-, sino que nos pone en pantalla, exagerando un poquillo, un nuevo juego por cada dificultad; en las más altas, descubriremos nuevos tipos de enemigos y jefes finales que exigirán un óptimo esfuerzo por nuestra parte, poniendo en práctica todo lo aprendido hasta el momento y sorprendiendo al jugador gratamente.

Al ser juego de lanzamiento de una plataforma nueva y con funciones exclusivas, Ninja Gaiden no se olvida de la consola en la que corre y aprovecha, de forma lógica, sus posibilidades. Ahora, al tocar la pantalla, pasaremos directamente a la vista en primera persona, pudiendo usar los acelerómetros de la máquina para mover la cabeza de Ryu de una forma sorprendentemente efectiva; una vez en esta perspectiva, también podemos usar el dedo para disparar directamente con el arco marcando el objetivo, algo no recomendable por su poca precisión, por lo que es mejor optar por el modo clásico: stick para apuntar y botón para disparar. El panel trasero nos sirve para activar las magias ninpo, con, y remitiéndome a lo dicho más arriba, sorprendente efectividad demostrando la precisión de las partes "nobles" de la máquina. En el plano técnico, hay que tener en cuenta que estamos hablando de un juego con varios años de existencia a sus espaldas, algo que se nota en ciertos modelados y detalle de los escenarios, sin embargo, el trabajo de retoque hecho en PS3 se aprecia de maravilla en Vita, siendo un juego vistoso y muy fluido.

Otras novedades son la incorporaciones de misiones especiales, como hizo en su día "Ninja Gaiden Sigma 2", y que suelen consistir, básicamente, en derrotar enemigos bajo condiciones determinadas. Aquí nos podremos encontrar los retos más complicados, sobre todo en las dificultades más altas, donde la agresividad y número de adversarios nos pondrán las cosas complicadas.


Ninja Gaiden Sigma Plus es un pedazo de historia del videojuego necesaria y obligatoria si queréis presumir de cultura videojueguil; un título en el que nos sentiremos como un verdadero ninja: rápidos, efectivos y mortales. Sólo una cámara un tanto problemática le aparta de la casi absoluta perfección. Tener un juego de estas características en una consola portátil es un lujo. El mejor juego de Vita hasta el momento.


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